“ Así como una hoja de loto no está manchada por el agua, el yogui que realiza acciones, renunciando al apego y entregando sus acciones al Infinito, permanece libre del pecado. ”
Categorias: Bhagavad gita
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Aquellos que ni se regocijan en los placeres ni se desesperan en los dolores, ni se lamentan por ninguna pérdida ni anhelan ninguna ganancia, que renuncian tanto a las buenas como a las malas acciones, esas personas me son queridas 
Tienes control sobre la actividad que realizas, nunca el fruto resultante de tus acciones. No te consideres el creador de los frutos de tus actividades, ni te apegues a la inacción 
Realiza todas las acciones renunciando al apego a los frutos de las acciones, siendo indiferente al éxito y al fracaso. Esa ecuanimidad mental se llama Yoga. 
Aquel que controla la mente, y está libre de apego y aversión, incluso mientras usa los objetos de los sentidos, alcanza la calma interior divina. 
Así como una lámpara en un lugar sin viento no parpadea, la mente disciplinada de un yogui permanece firme en la meditación. 
Siempre que y dondequiera que la mente inquieta e inestable divague, uno debe traerla de regreso y enfocarla continuamente en uno mismo.