Voltaire frases
Aquellos que pueden hacerte creer absurdos, pueden hacerte cometer atrocidades. 
Bueno, buen hombre, no es el momento de hacer enemigos. (Voltaire en su lecho de muerte en respuesta a un sacerdote que le pidió que renunciara a Satanás). 
Cuanto más leo, más adquiero, más seguro estoy de que no sé nada. 
Está prohibido matar; por tanto, todos los asesinos son castigados a menos que maten en gran número y al son de las trompetas. 
El sentido común no es tan común. 
La vida es un naufragio, pero no debemos olvidarnos de cantar en los botes salvavidas. 
Aprecia a los que buscan la verdad, pero ten cuidado con los que la encuentran. Todas Voltaire frases ⇑
Es peligroso tener razón en asuntos en los que las autoridades establecidas se equivocan.
El secreto de ser un aburrido es contarlo todo.
Es mejor arriesgarse a salvar a un culpable que condenar a un inocente.
Piensa por ti mismo y deja que los demás disfruten del privilegio de hacerlo también.
Nuestra miserable especie está hecha de tal manera que los que caminan por el camino trillado siempre arrojan piedras a los que muestran un camino nuevo.
Dios es un círculo cuyo centro está en todas partes y la circunferencia en ninguna.
Todo hombre es una criatura de la época en que vive y pocos son capaces de elevarse por encima de las ideas de la época.
Nunca vivimos; siempre estamos en la expectativa de vivir.
Dame la paciencia para las pequeñas cosas de la vida, el valor para las grandes pruebas de la vida. Ayúdame a dar lo mejor de mí cada día y luego irme a dormir sabiendo que Dios está despierto.
Optimismo: Es la obstinación de sostener que todo es mejor cuando es peor.
A pesar de la enorme cantidad de libros, ¡qué poca gente lee! Y si uno lee con provecho, uno se da cuenta de la cantidad de estupideces que la vulgar manada se contenta con tragar todos los días.
El cerebro humano es un órgano complejo con el maravilloso poder de permitir al hombre encontrar razones para seguir creyendo lo que sea que quiera creer.
Nunca he hecho una sola oración a Dios, una muy corta: Oh Señor, haz que mis enemigos sean ridículos. Y Dios lo concedió
Cada jugador debe aceptar las cartas que le ofrece la vida: pero una vez que están en la mano, solo él o ella debe decidir cómo jugar las cartas para ganar el juego.
El arte de la medicina consiste en divertir al paciente mientras la naturaleza cura la enfermedad.
En general, el arte de gobernar consiste en tomar tanto dinero como sea posible de una clase de ciudadanos para dárselo a otra.
Leamos y bailemos; estas dos diversiones nunca dañarán al mundo.
