Cuando enciendes una vela, también proyectas una sombra.Breves Luz
Los yoguis que han conquistado la mente se elevan por encima de las dualidades de frío y calor, alegría y tristeza, honor y deshonra. Tales yogis permanecen tranquilos y siempre plenamente establecidos en el Ser Supremo.Bhagavad gita Alegría Mente
Siempre hay dos fuerzas que luchan entre sí dentro de nosotros.Breves
En la luz hay oscuridad y en la oscuridad hay luz.Breves Luz
Toda la variedad, todo el encanto, toda la belleza de la vida se compone de luces y sombras.La vida Belleza Luz
Cualquier ser humano sensible está destinado a resultar herido cuando sólo conoce las dualidades de la vida; cuando no conoce la otra dimensión.Sufrimiento La vida
Lo que todos los seres consideran el día es la noche de la ignorancia para los sabios, y lo que todas las criaturas ven como noche es el día para el sabio introspectivo.Percepción Filosofía Bhagavad gita
El comienzo mismo de la creación dio lugar a la ley de la dualidad: luz y oscuridad, bien y mal, la ley de la relatividad necesaria para dividir al Uno en muchos.Creación
Por medio de la tormenta de vibraciones, los pensamientos de multiplicidad de Dios produjeron las ondas de la manifestación: Su lila, o juego divino.Creación
El mundo fenoménico opera bajo maya, la ley de dualidad o estados de oposición.
No puede haber imágenes de luz sin sombras contrastantes. A menos que se hubiera creado el mal, el hombre no sabría lo contrario, el bien.Luz Maldad
Así como la noche sigue inevitablemente al día cuando la tierra gira sobre su eje, así el placer y el dolor giran sobre el eje del deseo, el uno siempre alternando con el otro. 
Los yoguis que han conquistado la mente se elevan por encima de las dualidades de frío y calor, alegría y tristeza, honor y deshonra. Tales yogis permanecen tranquilos y siempre plenamente establecidos en el Ser Supremo. 
Siempre hay dos fuerzas que luchan entre sí dentro de nosotros. 
Toda la variedad, todo el encanto, toda la belleza de la vida se compone de luces y sombras. 
Cualquier ser humano sensible está destinado a resultar herido cuando sólo conoce las dualidades de la vida; cuando no conoce la otra dimensión. 
Lo que todos los seres consideran el día es la noche de la ignorancia para los sabios, y lo que todas las criaturas ven como noche es el día para el sabio introspectivo. 
El comienzo mismo de la creación dio lugar a la ley de la dualidad: luz y oscuridad, bien y mal, la ley de la relatividad necesaria para dividir al Uno en muchos. 
Por medio de la tormenta de vibraciones, los pensamientos de multiplicidad de Dios produjeron las ondas de la manifestación: Su lila, o juego divino. 
El mundo fenoménico opera bajo maya, la ley de dualidad o estados de oposición. 
No puede haber imágenes de luz sin sombras contrastantes. A menos que se hubiera creado el mal, el hombre no sabría lo contrario, el bien. 
Así como la noche sigue inevitablemente al día cuando la tierra gira sobre su eje, así el placer y el dolor giran sobre el eje del deseo, el uno siempre alternando con el otro. 
No puedes tener fuerza sin debilidad, no puedes tener luz sin oscuridad, no puedes tener amor sin pérdida.
Una vez que consideras una cosa más grande que la otra, una cosa pequeña, una cosa grande, una cosa alta, una cosa baja, una cosa divina, una cosa sucia, entonces te perdiste todo el sentido de la existencia.
Contentos con cualquier ganancia que venga por sí misma y libres de envidia, los sabios están más allá de las dualidades de la vida. Al estar equilibrados en el éxito y el fracaso, no están limitados por sus acciones.
Dios, en relación con el alma, supone una dualidad: el Objeto a percibir, Dios; y el perceptor o experimentador, el alma.
