Benjamin Franklin frases
No fallé la prueba, solo encontré 100 formas de hacerlo mal. 
Quienes pueden renunciar a la libertad esencial para obtener un poco de seguridad temporal no merecen ni libertad ni seguridad. 
Todos nacemos ignorantes, pero hay que trabajar duro para seguir siendo estúpido. 
El que puede tener paciencia puede tener lo que quiera. 
Muchas personas mueren a los veinticinco y no son enterradas hasta los setenta y cinco. 
La guerra es cuando el gobierno te dice quién es el malo. Revolución es cuando lo decides por ti mismo. 
Nunca conocí a un hombre que fuera bueno poniendo excusas y que fuera bueno en cualquier otra cosa. 
Amas la vida Entonces no malgastes el tiempo, porque de eso está hecha la vida. Benjamin Franklin Breves frases ⇑
Breves Frases
La primera responsabilidad de todo ciudadano es cuestionar la autoridad. 
En el vino hay sabiduría, en la cerveza hay Libertad, en el agua hay bacterias. 
No escondas tus talentos, fueron hechos para usarlos, ¿De qué sirve el reloj de sol en la sombra? Todas Benjamin Franklin frases ⇑
No se hará justicia hasta que los que no se vean afectados estén tan indignados como los que sí.
Si todos los impresores estuvieran decididos a no imprimir nada hasta estar seguros de que no ofendería a nadie, se imprimiría muy poco.
La Constitución solo garantiza al pueblo estadounidense el derecho a buscar la felicidad. Tienes que atraparlo tú mismo.
Recuerde no solo decir lo correcto en el lugar correcto, sino que es mucho más difícil aún, dejar sin decir lo incorrecto en el momento tentador.
Es una gran confianza en un amigo contarle sus faltas; mayor (confianza) para decirle la suya. (fallas)
Dime y lo olvido, enséñame y tal vez recuerde, involúcrame y aprendo.
Un centavo guardado es un centavo ganado
Ser ignorante no es tanto una vergüenza como no estar dispuesto a aprender.
Esté en guerra con sus vicios, esté en paz con sus vecinos y conviértase en un mejor hombre cada año nuevo.
La persona que merece más lástima es la que se siente sola en un día lluvioso y no sabe leer.
He aquí la lluvia que desciende del cielo sobre nuestras viñas, y que se incorpora a las uvas para convertirlas en vino; una prueba constante de que Dios nos ama y ama vernos felices