En lugar de apresurarse en un estado de excitación emocional para llegar a algún lugar, y luego no disfrutarlo una vez que llegue porque está inquieto, trate de estar más calmado
No dejes de pensar en la vida como una aventura. No tienes seguridad a menos que puedas vivir con valentía, emoción e imaginación; a menos que pueda elegir un desafío en lugar de una competencia.
No se emocione ni se impaciente en sus esfuerzos por encontrar a Dios. Sea sincero, pero no se preocupe por obtener resultados. Ser paciente. Avanza hacia tu meta divina siempre con calma, con tranquilidad.