Las personas cuentan con autosatisfacción el número de veces que han recitado el nombre de Dios en sus rosarios, pero no guardan cuentas para calcular el número de palabras ociosas que pronuncian.
Querido amigo, tu corazón es un espejo pulido. Debes limpiarlo del velo de polvo que se ha acumulado sobre él, porque está destinado a reflejar la luz de los secretos divinos.
Confiar completamente en Allah es ser como un niño que sabe profundamente que incluso si no llama a la madre, la madre es totalmente consciente de su condición y lo está cuidando.