Hago que sea más fácil para la gente irse haciendo que me odien un poco.
Pero hacía mucho tiempo que había aprendido a no ser exigente en las despedidas. No estaban garantizados ni prometidos. Tuviste suerte, más que bendecido, si es que conseguiste un adiós.
No intentaré convencerte de que me ames, de que me respetes, de que te comprometas conmigo. Merezco algo mejor que eso; SOY MEJOR QUE ESO ... Adiós.
Nunca digas adiós porque adiós significa irse y marcharse significa olvidar.
No se desanime por las despedidas. Una despedida es necesaria antes de que puedan volver a encontrarse. Y volver a encontrarse, después de momentos o vidas, es seguro para aquellos que son amigos.
Supongo que eso es lo que siempre es decir adiós, como saltar de un borde. La peor parte es tomar la decisión de hacerlo. Una vez que estás en el aire, no puedes hacer nada más que soltarte.